El mundo a veces no tiene memoria. No recuerda la historia y no dice, "si seguimos haciendo este tipo de cosas, pasará lo mismo que pasó en cierto momento". Si la información o sucesos que estuvieran pasando nos ayudaran a recordar lo que sucedió antes, tal vez podríamos tomar decisiones que prevengan ciertos problemas en el futuro o en el presente.
En la clase vimos la memoria organizacional, como le ayudaría, cómo debe de manejarse y cuáles son los problemas.
Una de las definiciones de memoria organizacional que me gusto fue la de Weiser (1998) "Dispositivo para integrar el conocimiento organizacional y proveer información del pasado que potencialmente ayude a las actividades del presente. Consiste en la información activa e histórica en una organización que es compartida, preservada y administrada para su uso posterior." Como vemos en esta definición, de nada sirve tener la información guardada sino se tiene un uso posterior, pues no ayudaría a resolver los problemas del presente.
La memoria organizacional se apoya de las tecnologías de información. Hay cuatro procesos que se deben de definir para manejar la información: selección (¿Qué se debe guardar?), codificación (¿en qué formato debo guardarla?), almacenamiento (¿dónde y cómo guardarlo?) y recuperación (¿cómo facilito su recuperación?).
Un ejemplo de problema fue como una empresa tuvo un detalle en el cual necesitaba una solución de diseño en un proceso. Pagaron por una asesoría que investigaba en patentes, antes de empezar a diseñar y gastar mucho dinero en soluciones. Cuándo se pusieron a buscar soluciones, vieron una solución que les quedaba muy bien, y vieron que era de ellos mismos. Fue hecha por la misma compañía que tenía el problema. Tenían la información, pero no sabían como usarla.
La información sólo tiene valor si sirve de algo. Se tiene que definir cómo se utilizará y la manera de manejarla, porque es muy diferente lo que se necesita en diferentes empresas y sociedades.
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